Radio María México- Voz de Esperanza

El Carisma de Radio María

Somos un instrumento de la nueva evangelización al servicio de una Iglesia comprometida. Nos sentimos llamados a ser un alegre anuncio y un permanente llamado a la conversión. Nuestra programación está permanentemente orientada a buscar el desarrollo del hombre y la mujer: adultos, jóvenes y niños. Para ello, nuestras herramientas son la oración, la catequesis y la promoción humana. Nuestro apostolado se confía plenamente en la Divina Providencia y en el apoyo del voluntariado.

Estas son algunas características fundamentales del Carisma de Radio María:

Un don de la Virgen. Muchos son los medios de comunicación; Radio María no es uno más. Radio María es una realidad original y única, con características particulares. Aquí es cuando hablamos de un Carisma y un proyecto nacido del corazón de la Virgen María. Es un don que ella nos otorga y que la audiencia y la Iglesia la perciben. Este es un proyecto que María lo encarna en nuestra realidad, y lo lleva adelante con paciencia y amor, a pesar de nuestras limitaciones y debilidades, contando con nuestro apoyo voluntario.

María llama a la conversión. A través de la emisora, la Virgen se manifiesta a la Iglesia para mantenerla despierta en la fe y llamando permanentemente a la conversión incluso a aquellos que están más lejanos. Llama también a aquellos que se encuentran extraviados en las tinieblas del individualismo y la injusticia, en la sombra de muerte, en la confusión del ateísmo y en la miseria del materialismo y les anuncia la esperanza en la misericordia y el perdón que viene de Dios. Nos anima el deseo de salvar al hombre, especialmente a aquellos que sienten nostalgia de Dios.

La Oración está en primer lugar. El llamado a la conversión se realiza a través de la práctica de la oración en común, en familia con la audiencia. Orando, anunciamos y testimoniamos a Dios. Invocamos al Señor con las oraciones del buen cristiano, en la mañana y en la noche. Ejercitamos la oración oficial de la Iglesia, la Liturgia de las Horas. Rezamos el Santo Rosario sin miedo al cansancio, la oración bíblica por excelencia, nos lleva a recordar y vivenciar la Historia de la Salvación, a través de sus misterios Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos. El culto principal: la celebración de la Santa Misa, el Memorial de la Pascua del Señor. Congregamos a una Asamblea presente y oyente, invocando misericordia por la Iglesia y sobre todo por los más necesitados: viajeros, ancianos, enfermos, víctimas de las guerras y desastres naturales.

Instrumento para la Evangelización. Buscamos poner a disposición de la audiencia la extraordinaria riqueza de las Sagradas Escrituras, de la doctrina de la fe, la espiritualidad, la moral, la cultura y la Tradición, propia del catolicismo. Somos un medio fundamental para llamar a la conversión, un vínculo con la audiencia creyente o no. Pero este vínculo es ágil, se adapta a la necesidad de todos los segmentos: niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, respetando sus realidades culturales y sociales, sin descuidar los espacios de entretenimiento. Estamos enfocados también a la difusión de la promoción humana, buscando rescatar el núcleo familiar, tratando permanentemente el rol de cada miembro de la familia; apadrinando y promoviendo proyectos formativos que apoyen la educación, el rescate de valores y el conocimiento de aspectos relacionados con el campo de la salud, sin descuidar la información del mundo y de la Iglesia; así logramos una familia, responsable, consciente de su realidad en continua vigilia y comprometida a ser partícipe de acción, de fe y esperanza.

Promueve un camino espiritual. El fin último de todas las transmisiones es la santificación de las almas; alcanzar el crecimiento de los radio oyentes en la fe, en la esperanza y en la caridad. Buscamos acompañar espiritualmente al radio oyente; cuyo testimonio requiere ser escuchado y compartido. El oyente debe ser orientado en su camino espiritual, donde la doctrina de la fe se convierte en su luz y fuerza para el camino. Ahí se cumple nuestro objetivo principal: oyentes que finalmente encuentren paz.

Se encomienda a la Divina Providencia. El testimonio es el aporte voluntario de quienes hacen posible que año tras año se mantengan las frecuencias al aire. Apadrinados y bendecidos por María Santísima, sin ingresos provenientes de publicidad, subsistimos del aporte de quienes han hecho de nuestra sintonía una necesidad y alimento diario en sus vidas.

Obra de voluntarios. El voluntario tiene como fuente originaria su amor a la Virgen; por él, pone a su servicio todas sus capacidades y habilidades. La respuesta positiva al llamado de la Virgen María, involucra a todos quienes hacen la Radio. La gratuidad y la generosidad en el servicio que realiza el voluntario, permite a la Virgen llevar adelante esta obra.

Al servicio de la Iglesia. No tenemos duda que la Virgen ha donado esta Radio, para el servicio de la Iglesia, en el ámbito de los medios de comunicación. La iniciativa normalmente involucra sacerdotes y laicos a través del instrumento de una asociación civil. Ésta es el sujeto jurídico titular de la propiedad, que gestiona, a través de sus proyectos, las diferentes actividades relacionadas con la radio. Se trata de un compromiso de católicos que, sin involucrar oficialmente la Iglesia, se encuentran igualmente a su servicio. Es a través del Sacerdote Director que se garantiza la comunicación con la Iglesia y el respeto a sus enseñanzas doctrinales y pastorales. De manera que el oyente pueda tener la seguridad que a través de esta radio se puede nutrir de la Verdad revelada que la Iglesia enseña. Buscamos ser eclesiales, en el sentido de involucrar paulatinamente en las transmisiones, ante todo a las parroquias, las comunidades, en las celebraciones de oración; luego obispos, sacerdotes y laicos, religiosos y religiosas, grupos y movimientos, evitando con cuidado que la radio sea expresión exclusiva de sectores particulares.

Instrumento a imagen de María. Todos los que hacemos esta radio estamos llamados a ser un instrumento humilde y dócil en las manos de la Virgen. Debemos lograr que la Virgen María, se encuentre silenciosamente presente en todo el quehacer de la Radio, aún en aquellas cosas que no tienen un carácter específicamente religioso. La fe inquebrantable en Dios, el amor para la Iglesia, el respeto de las personas, la atención para los enfermos, las personas que sufren, los marginados, el estímulo para los lejanos y los pecadores, las palabras de luz, de verdad y de consuelo. Todas estos detalles forman nuestro Carisma y aquel estilo que no se puede ni aprender, ni imitar, si María no se encuentra viva en el corazón de cada uno de los que conformamos esta Gran Familia.

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